Pizza sin amasado ~ UN REGALO AL PALADAR

Reconozco que llevo unos meses con las masas aparcadas. He pasado de hornear todas las semanas un par de veces a no tocarlas, en parte por el cambio de horario en el trabajo. Y es que a pesar de saber que tengo una aliada en la nevera para no andar a las prisas con las masas, no me he sabido organizar, o mejor dicho, no me he propuesto aprender a organizarme con los horarios actuales.

Después de estos meses sin comer pizzas caseras, el cuerpo ya las estaba pidiendo. Y es que una vez pruebas a preparar las pizzas sin amasado y con reposo en nevera, las pizzas comerciales no te saben absolutamente a nada. Desde mi experiencia personal, cuando uno comienza a hacer pizzas en casa, busca, ansía, dar con la receta que emule a las pizzas de las marcas comerciales. Conforme uno se va adentrando en el mundo de las masas, va conociendo poco a poco la importancia del no abuso de la levadura, de respetar los tiempos de fermentación, etc, y siente la necesidad (o al menos yo la tuve) de hacer las cosas bien.

En ese afán por aprender a hacer buenas pizzas en la medida de mis posibilidades, di con la receta de Ibán Yarza, y desde ese momento, las pizzas en casa han dado un giro de 360º. Y no solo las pizzas, sino nuestros paladares, pues puedo decir que salvo en contadas ocasiones, las pizzas que he comido fuera de casa ya no me gustan.

Probad esta manera de preparar las pizzas, de verdad, intentarlo al menos una vez, estoy casi segura de que repetireis.

RECETA DE PIZZA SIN AMASADO

INGREDIENTES

Para dos pizzas medianas

225 gr de harina de trigo de todo uso

75 gr de harina de fuerza

50 gr de semolina

220 gr de agua

1 y 1/2 c/s AOVE

1 y 1/2 c/c sal ( 7'5 gr)

1/2 gr de levadura seca (1 gr y 1/2 si es de la fresca)

1 c/s de orégano

1 c/c ajo en polvo

PROCEDIMIENTO

Pasos a seguir 2 días antes del que se vayan a hornear.

Pesamos los ingredientes (es importante que el agua también se pese, ya que pequeñas variaciones en la proporción de líquido influye en la textura de la masa, y lo que es gobernable se vuelve pegajoso y nos hace sufrir algo más de la cuenta).
Colocamos todos los ingredientes en un bol, con cuidado de que la levadura no toque la sal, ya que ésta la inactiva. Los mezclamos ayudandonos de una rasqueta si la tenemos, y sino directamente con una mano.

Cuando estén bien mezclados e integrados y no queden restos de harina seca en el bol, tapamos con un paño y dejamos reposar 10 min.

Pasado este tiempo, amasamos ligeramente la masa o bien damos unos pliegues. Nos imaginamos que la masa es un folio que queremos doblar formando un triptico... estiramos una de las esquinas con cuidado de no desgarrar la masa, y llevamos al centro... hacemos lo mismo con la otra esquina. Las cantidades que he utilizado esta vez permite amasarla sin mucha complicación. Yo he amasado con el amasado bola.

Amasamos un minuto y dejamos reposar nuevamente 10 minutos. Amasamos un minuto. Colocamos la masa en un bol aceitado para que nos sea más facil extraerla. La dejamos reposar 1 hora a temperatura ambiente para que arranque la fermentación y la metemos en la nevera bien tapada.

Aqui podeis ver el estado de la masa tras 24h de fermentación en la nevera.

Aqui la masa tras más de 48h en la nevera, justo en el momento de ir a prepararlas.

Pasos a seguir el día del horneado.

Aproximadamente 1 hora antes de ir a hornearlas, sacamos el tupper de la nevera. Dejamos atemperar mientras vamos cortando los ingredientes que vayamos a añadir a nuestras pizzas.

En un molde redondo, colocamos un papel de hornear o lámina de teflón. Espolvoreamos un poco de semolina.

Dividimos la masa en dos (para ahorraros este paso, podeis guardarlas en la nevera ya divididas en dos tuppers), con cuidado de no desgarrarla, yo para ello utilizo una paleta y me aceito un poquito las manos para que la masa no se pegue nada.

Colocamos cada trozo de masa sobre el papel espolvoreado con semolina.

Ahora es el momento de darle forma. Con las manos ligeramente aceitadas, vamos estirando la masa poco a poco con la yema de los dedos hacia los bordes del molde. Como el papel resbala en el molde, nos valemos de eso para ir girando la masa, y veremos que irá tomando la forma del molde redonda. En éste video lo podeis ver.

Yo en este punto dejo reposar la masa 15 minutos, pero si se va con prisa se puede saltar.
Precalentamos el horno calor arriba y abajo a la máxima temperatura que permita. Colocamos la bandeja del horno en la ranura más alta.
Vamos añadiendo los ingredientes en la masa. Es importante utilizar un tomate bien escurrido, concentado de tomate o tomate frito casero espeso, para que no nos aporte humedad a la masa.

Los ingredientes los coloco en el siguiente orden: Tomate, queso ( yo en lugar de rallado lo corto a tacos, normalmente mezclo queso azul y queso enmental), resto de ingredientes (atun, aceitunas, bacon, salchichas, etc) y finalmente la mozzarella fresca (que habremos dejado escurriendo antes) y la cebolla.

Modo de hornear (Dejarlo precalentar al menos 15 minutos, si son 25 mejor)

Colocamos la primera pizza directamente en la base del horno ayudandonos del papel vegetal. Yo introduzco la pizza en el horno con una bandeja que permite deslizarla facilmente. Es ésta.

La dejamos 3-4 minutos. En éste momento, ayudandonos de la bandeja, la extraemos y la colocamos en la bandeja que hemos tenido calentando en la posición superior. La dejaremos 2-3 minutos para que se gratine.

En cuanto tengamos la primera pizza en la bandeja superior, colocamos la segunda pizza en la base del horno, como hemos realizado con la primera. Seguiremos los mismos tiempos y pasos (quizá necesiteis añadir 1-2 minutos más de horneado en la base, debido a que al abrir y cerrar el horno para mover e introducir las pizzas, se pierde algo de temperatura).
En el momento de extraerlas, las dejamos sobre una rejilla retirando el papel vegetal, para evitar que se humedezca la masa.

En unos 5-7 minutos tendremos lista cada pizza. Ya solo faltará cortar en porciones y disfrutarlas.